Dos tardes a la semana los salones parroquiales albergan a un grupo de niños y jóvenes que completan los deberes del colegio, repasan los exámenes y disfrutan de un rato de convivencia con los voluntarios que les echan una mano con las tareas escolares. Así se resume la iniciativa de refuerzo educativo de la Cáritas parroquial Virgen del Camino, donde las familias reciben acogida, alimentos y apoyo económico, social y formativo, algo que se extiende a los más pequeños.
A aquellos que están en riesgo de fracaso escolar se les brinda la oportunidad de acudir a esas horas de apoyo educativo que les ayudan a sacar adelante el curso. Los resultados son esperanzadores: varias alumnas que pensaban abandonar sus estudios han completado con éxito ciclos formativos, ya de forma autónoma. Y ahora van a por más. Una alegría para toda la comunidad y, muy especialmente, para los voluntarios que llevan años trabajando con estas jóvenes y que mantienen ese seguimiento aunque ya no acudan a clase en la parroquia.

Recientemente hemos dado un paso más en esta dirección con la firma de un convenio entre Cáritas Virgen del Camino y Alegra Centro de Psicología. El acuerdo permitirá que los niños que lo precisen reciban asistencia a un precio más asequible.
Es un hito importante. Está demostrado que nuestra actual forma de vida perjudica a la salud mental de todos y, especialmente, a la de los jóvenes. El uso indiscriminado de los dispositivos móviles y las redes sociales así como la sobrecarga de información, crean problemas que, además, se agravan cuando se viven desde una situación de pobreza. El programa de prevención del abandono escolar de nuestra Cáritas Parroquial trabaja para que los peques más vulnerables tengan más y mejores oportunidades en el ámbito escolar, pero también en el aspecto social y afectivo.
El convenio con Alegra Centro de Psicología es un paso más en una tarea en la que todas las manos son bienvenidas. Por ejemplo, como profesores, una labor para la que no hay que tener ninguna titulación especial (de hecho, la mayoría de los voluntarios no son maestros). Sólo son dos horas a la semana y la experiencia es similar a echar una mano con los deberes a los hijos y a los nietos, algo al alcance de prácticamente cualquiera. Así que os invitamos a que contactéis con Cáritas en la parroquia las tardes de los lunes y los miércoles para informaros y formar parte del equipo. Así podremos atender a más niños con la garantía de que el cariño que les prestamos ese ratito nos lo devuelven multiplicado por mil.

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