Moi García comparte con nosotros su experiencia en el Encuentro de Catequistas 2014 que celebramos en la casa de espiritualidad Padre Damián de Jerez los días 8, 9 y 10 de marzo.
El fin de semana del 8 al 10 de Marzo tuvo lugar en Jerez el encuentro anual de formación de catequistas. Este curso hemos participado 12 catequistas de nuestra parroquia. El encuentro nos ha ayudado a abordar de una manera cristiana el sufrimiento
El sábado por la mañana, recibimos unas nociones teóricas básicas sobre el sufrimiento, tras la charla compartimos nuestras experiencias de sufrimiento. Por la tarde, tuvimos una serie de talleres en los que nos acercamos al sufrimiento a partir de distintas herramientas (Testimonios, música, textos bíblicos y películas). Esa noche, tuvimos una oración muy especial, ya que realizamos todos los catequistas una adoración nocturna perpetua, en la que durante toda la noche adorábamos por grupos al Señor, sin dejarlo en ningún momento solo (como se hacía en las comunidades religiosas de los orígenes de la congregación). El domingo, nos mostraron algunas técnicas para acompañar el sufrimiento y algunas nociones para observar conductas y tratar el tema de la separación de los padres con nuestros niños. Finalmente, concluimos el encuentro celebrando la Eucaristía.
De todas las actividades, destaco la adoración perpetua, ya que no es algo que se pueda hacer todos los días y que a los ojos de nuestra congregación tienen un gran significado. Pero sin duda, para mí la actividad más enriquecedora fue poder compartir en grupos pequeños mis situaciones personales de sufrimiento y acoger amorosamente las situaciones personales de mis hermanos.
El sufrimiento es un sentimiento que compartimos todos los humanos y no existen diferencias sino que nos une y nos acerca al sufrimiento del prójimo. El sufrimiento te transforma, cambia tu mirada, nos recuerda el valor de la humildad, nos ayuda a sintonizar con la sencillez, con nuestra humanidad y con la esencia del amor a los pobres y a los necesitados. Hace que tu mirada y tus actitudes se aproximen más a la figura de Jesús. Es algo que te hace ser más agradecido por las innumerables bendiciones que has recibido y que recibes cada día en tu vida.
En un primer momento, el sufrimiento te puede alejar de Dios, pero sólo si te quedas estancado en el dolor y no alzas tu mirada buscando los ojos del padre, porque si le miras, comprendes que Él nunca te ha abandonado, que está ahí contigo, compartiendo tu dolor. Eso al final, te hace confiar más en la voluntad de Dios, sentirlo más cercano y te acerca más de lo que te habías alejado de Él.
Todos sabemos que en las situaciones límites desarrollamos mejor nuestras cualidades. El sufrimiento puede ser el síntoma de un corazón reseco, que corre el riesgo de endurecerse y volverse de piedra. Sin embargo, gracias al sufrimiento podemos hacer que ese corazón reseco se reblandezca y se llene de perdón, de comprensión y compasión hacia nuestros hermanos.
El sufrimiento te puede llevar a una oración más desesperada, a perder la esperanza, pero en el fondo, te lleva a una oración con una mayor entrega y confianza en la voluntad de Dios. Nos recuerda que por nosotros mismos no somos capaces de realizar todas nuestras obras, sino que somos instrumentos inspirados por el Espíritu Santo y que sin Dios y sin su amor no somos nada.
El sufrimiento nos recuerda la naturaleza incomprensible de Dios. Sólo podemos vencer un exceso de dolor con un exceso de amor. Como cristianos, debemos afrontarlo confiando y proclamando que el dolor y la muerte no tienen la última palabra, sino que ya han sido vencidos por Cristo.
Moi García Vázquez.
Muchas gracias a todos por los comentarios tan enriquecedores
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La vida se caracteriza por tres principios:no se puede vivir sin sufrir,ésto te lleva al segundo :no es posible sufrir sin ESPERAR y por fín no es posible esperar sin ABRIRSE a los demás .Este último es una condición necesaria para la sanación.Coincido contigo que el viaje a través del dolor puede guiarte a la autodestrucción o a una fe más profunda y el desafío es «descubrir la gracia en la desgracia» que nos permite ver el don que se esconde detrás del sufrimiento.Gracias porque me has hecho recordar muchas situaciones personales y profesionales de sufrimiento y puedo ver que Dios estuvo ahí acompañandome siempre con esa mirada imposible de describir pero llena de amor
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Bien, Moi, muy bien, excelente reflexión. Tienes un corazón de carne, que aunque sufre, jamás podrá dejar de amar en exceso. Rezo para que Dios siga estando a tu lado.
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Maravilosos testimonio del dolor y el sufrimiento vivido desde la fe.Enhorabuena por entenderlo asi.
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Con mi agradecimiento a Moi por acercarnos a lo vivido en el encuentro de catequistas en torno al sufrimiento y la fe.
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