Un ratito con la Pastoral de la Salud

El 11 de febrero, festividad de Nuestra Señora de Lourdes, se celebra la Jornada Mundial del Enfermo. “Cuidémonos mutuamente” es el lema de este 2021, tan marcado por la pandemia como 2020.

Precisamente esa necesidad de velar los unos por los otros es la que ha obligado a pausar la actividad presencial de la pastoral de la salud. Desde hace décadas las voluntarias de este servicio de la parroquia dedican tiempo y cariño a visitar a domicilio a las personas que por edad o problemas de movilidad no pueden seguir acudiendo a la iglesia. Pese a ello, para nosotros son parte activa de la comunidad y contamos siempre con su oración.

La Pastoral de la Salud está compuesta por un equipo fijo al que se suma la labor del padre Julio, que ocasionalmente acude a confesar y llevar la comunión a personas impedidas. También hay parroquianos como Manolo y César que acercan la Eucaristía a allegados que están en la misma situación. En cuanto a las integrantes habituales, en circunstancias normales visitan los hogares una vez por semana, generalmente los viernes por la mañana. Además de darles la comunión, las voluntarias Pepi Gutiérrez, Carmela, María, Gertrudis, Ana, Pepi Cañete, Josefina y María Millán comparten con los mayores un ratito de charla que, según refiere Pepi Gutiérrez “es muy agradable para todos”.  Explica que son personas postradas en cama, y aunque los hijos les atienden bien, con tantas obligaciones no siempre es fácil que puedan sacar un rato para sentarse allí con ellos, y también es positivo que vean a otras personas. “La verdad es que salgo muy llena. Ves el cariño con el que reciben al Señor y eso te anima mucho. Ellos mismos te animan a ti”, añade.

A causa del coronavirus y precisamente para cuidar de la salud física de los mayores, las voluntarias no acuden a los domicilios pero el contacto continúa. Pepi llama de vez en cuando a las personas a las que suele visitar “y así vamos tirando”.

Las visitas volverán cuando finalice la pandemia. Como en el resto de servicios de la Parroquia, todas las manos son bienvenidas. Quienes prestan una parte de su tiempo recuperan ese amor con intereses. “Ahora que no podemos ir, me falta algo. Te dan muchísimo cariño y ánimo ellos a ti”, concluye Pepi.

Si quieres formar parte de este equipo pastoral, te esperamos en parroquia en los horarios de despacho que encontrarás aquí.

Pepi Gutiérrez, voluntaria de la Pastoral de la Salud