Os saludo de nuevo en esta nueva etapa de la sección. Hemos decidido cambiar el carácter de la misma, y centrarla ahora en un tema concreto, que se irá desarrollando a lo largo de los siguientes meses.
En esta ocasión, vamos a ir viendo el tema de la familia desde diversos enfoques. Y todo ello a través de la visión que nos ha ofrecido el cine.
El Papa Francisco ha creído necesario realizar una reflexión sobre el estado de la familia en el mundo actual. Por eso, en el reciente Sínodo de la Familia (del cual todavía estamos esperando una exhortación apostólica que nos aporte luz sobre lo allí debatido), se ha intentado poner sobre la mesa la diversidad de situaciones y dificultades que vive la familia en estos momentos. Y todo ello partiendo de una base: la familia como la estructura básica para el desarrollo de todas nuestras capacidades humanas, y como la raíz de nuestra proyección hacia el ámbito social. Se identifica, pues, que es una realidad que debe ser cuidada, y por eso, en primer lugar, debe ser repensada a la luz del evangelio.
Os propongo aquí una serie de películas que nos muestran rasgos comunes que debe poseer una familia. El cine, nos muestra su visión particular sobre cómo se viven los diferentes roles familiares en diferentes familias. En la línea de lo debatido durante el Sínodo, hay que valorar la riqueza de nos muestra este aspecto, pues es importante considerar las diversas formas que las familias están adoptando en la actualidad, en la que, quizá, los roles tradicionales se ven adaptados a nuevas situaciones.
Las Nieves del Kilimanjaro
Las Nieves del Kilimanjaro cuenta la vida de Michel y Marie-Claire, una pareja que lleva unida 30 años, él sindicalista y ella trabajadora. Herederos de las luchas obreras, ahora rodeados de hijos, nietos y amigos que les aprecian, se sienten coherentes en su trayectoria de vida. El giro del guión vendrá cuando sufren un brutal asalto mientras están en casa.
Esta sacudida exterior se convertirá en un proceso interior, que llevará a los dos protagonistas, a una renovación de sus compromisos más profundos.
Ante esta crisis, podemos distinguir de manera general dos actitudes diferentes entre los miembros de la familia: por un lado la de los mayores, con una mirada más tranquila y sosegada de la situación; por el otro, la actitud de los jóvenes, que no comprenden y rechazan el cambio de dirección que ha tomado sus vidas y la conversión interior a la que se ven obligados.
Aunque se trata de una película con una marcada crítica social y muy actual, en ella podemos ver aspectos interesantes relacionados con la familia, y son en los que nos vamos a centrar. En esta cinta veremos cómo es el del papel de la familia, y su importancia dentro de la sociedad. Y es que esta vuelta a las actitudes del corazón, a las fuentes más profundas de la motivación y al fundamento del sentido como una exigencia de autenticidad, se presentan aquí en forma de camino de amor mutuo y de proyecto de familia.
Estamos ante una pequeña fábula sobre la familia, que nos propone un viaje de encuentros y desencuentros, y que nos termina llevando a un punto común, a un punto de origen: el proyecto de familia se adapta a las dificultades, encontrando en el amor de sus miembros siempre formas novedosas y originales de reinventarse y seguir perpetuándose.
Pequeña Miss Sunshine
Los Hoover forman una familia peculiar, la cual se ve envuelta en un viaje que cambiará sus vidas. Olive, la hija pequeña, es invitada a participar en el competitivo concurso de belleza infantil “Pequeña Miss Sunshine”, y toda la familia la acompañará en ese viaje en su furgoneta.
Esta familia comienza siendo un grupo impresentable de personas, en las que cada uno vive en su propio mundo, con sus angustias y sus miedos. Hacer un viaje juntos les ofrece una oportunidad de redención y de cambio, una oportunidad de aprendizaje y de reconocer el valor (que había perdido) de otro miembro de la familia.
Ejemplo de esto, es la escena en la que la furgoneta tiene dificultades para arrancar. El único camino para avanzar y no quedarse estacionado en el mismo sitio es que toda la familia colabore en el mismo propósito, que tengan el mismo fin. Así, todos se unen y empujan para ponerla en marcha y se ayudan unos a otros para subir. Y es que no estamos solos en esta sociedad, no somos entes individuales que son capaces de crecer de manera autónoma y sin ayuda de nadie. Necesitamos compañía, necesitamos a la familia.
Los Hoover aprenden en este viaje a lidiar con el fracaso. La relación y la comunicación se convierten en elementos básicos que ayudan a mitigar dicha circunstancia. Depuran los defectos y nos acercan hacia el otro, hacia su cuidado. Y de ahí, crecen y salen reforzados. Avanzan.
La familia Belier
Es una divertida comedia francesa en la que nos adentramos en la vida de una familia de sordomudos. Paula, la hija de 16 años, es la única que oye y habla. Ella es el cauce más destacado para la comunicación de su familia con el exterior, especialmente en lo que afecta al funcionamiento de la granja familiar. Sin embargo, su profesor de música descubre que tiene una preciosa voz y que merece la pena que se vaya a estudiar a París.
Esta situación nos abre a un debate entre lo imprescindibles que podemos ser en nuestra familia, frente a cómo logramos desarrollarnos fuera de este ámbito. Educar en la libertad es un camino que puede llevarnos al sufrimiento, puesto que, haciendo uso de la misma, se puede dar la situación de que corramos el riesgo de que una persona amada se aleje de nosotros. Existe un equilibrio difícil en todas las familias, cuando crecen los hijos. ¿Cuándo deben volar? ¿Cuándo dejan de ser niños? ¿Cuándo tienen que tomar sus propias decisiones?
Se trata de una película sencilla pero enorme sobre la familia y el crecimiento de cada miembro, sobre el amor más allá del interés, sobre la realización personal y el proyecto en común.
Seguiremos hablando, H. Llamas.
Muchas gracias Horacio. Adelante.
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