Meli es muy conocida y querida en nuestra parroquia. El curso pasado, PJV le pidió que acompañase una de las comunidades juveniles, los Yo Voy. Hoy nos cuenta su experiencia, una vez terminado el curso. Sin duda un gran reto que deja un gran sabor de boca. Gracias Meli por tu disponibilidad y por tu testimonio.
Alegría, animación, incertidumbre, entusiasmo, inquietud, diversión, indecisión, optimismo, camaradería, independencia, franqueza, espontaneidad, sinceridad, voluntad, osadía, soltura, valentía, pasión, cercanía…..
Si nos preguntaran a qué etapa de la vida del desarrollo humano podríamos aplicar toda esta serie de palabras, seguro que la mayoría de nosotros coincidiríamos al responder con otra muy estimada: juventud.
¿ Es que vamos a hablar de psicología evolutiva? Noooo, es que me han pedido que escriba mis reflexiones sobre lo que ha supuesto para mí volver a compartir catequesis con jóvenes, y sinceramente mi sensación, después de tantos años, es que a lo largo del curso recién acabado, he estado impregnada en gran parte del significado de ellas.
Cuando me presentaron la propuesta, lo primero que medité fue que el Señor me enviaba a un campo nuevo, pero con tierra ya abonada, para seguir contemplando el crecimiento de su semilla. Respondí como siempre que he recibido su llamada: -Aquí estoy Señor, para hacer tu voluntad . Pero tenía en mente la cuestión de cómo sería aceptada una catequista «madurita» por un grupo de jóvenes que hasta ese momento, sólo se habían relacionado con catequistas jóvenes.
Al terminar el curso, creo no alardear de presuntuosa si afirmo que ese asunto lo hemos superado con creces. Hemos compartido momentos de vivencias profundas. Unos alegres, otros no tanto, algunos de ocio ( eventos deportivos en tv) y sobre todo nos hemos unido en la oración, poniendo a Dios en el centro de nuestras vidas, alimentando nuestra fe con su Palabra.
Así que sólo me queda expresar agradecimiento y el deseo de que cada uno de los hermanos de comunidad siga caminando con disponibilidad, movidos por el mismo Espíritu, ofreciendo a los demás lo que son y lo que tienen, haciendo honor al nombre de la comunidad «YO VOY», para hacer cada día un poquito mejor la voluntad de quien vino a enseñarnos que sólo el amor hará posible que veamos los acontecimientos de nuestra vida con su mirada.
Os dejo todo mi cariño. Vuestra «Tata» por este año.
Meli qué buena labor !!!!y a pesar de todas tus dudas la has llevado adelante,te ha gustado y te divertiste.Ha sido un don de Dios que ya sabés»…Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy sencillo y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras vidas .Porque mi yugo es suave y mi carga ligera» Y sí, trabajar con jóvenes es una gozada.
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Muchísimas gracias a Meli por compartir sus reflexiones y por el servicio prestado este curso en PJV. ¡Adelante!
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Un artículo estupendo y enrtañable, , como es ella, ESTUPENDA….
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