Soy Juande, miembro de la recién formada Comunidad Emaús. El pasado 7 de junio recibí el sacramento de la Confirmación. Fue un día muy especial para mí, porque el Señor tocó mi corazón una vez más. Y cuando eso ocurre es difícil explicarlo con palabras, pero vamos a intentarlo.
El día antes de la Confirmación algunos valientes nos atrevimos a pasar un “finde SSCC”, como dice mi hermano Javi. El viernes por la tarde fuimos a la Confirmación en San Fernando y el sábado por la mañana a las ordenaciones de Pablo y Fernando en Sevilla. Sin duda fue la mejor manera de pasar las horas previas a nuestra confirmación. Pudimos encontrarnos con la gran familia de los Sagrados Corazones, la que nos ha ayudado a conocer a Dios y nos ha acompañado hasta el gran día de nuestra Confirmación.
Por la tarde volvimos a Málaga, había llegado nuestro momento. Sin apenas tiempo para ponerme nervioso ya estaba en la parroquia, contando los minutos para las 19.30h. Cuántas horas había pasado ya allí, pero nunca me había sentido con la emoción y la ilusión de aquel día.
Comenzó la celebración, y muchos estábamos ya emocionados y conteniendo las lágrimas. Hubo muchos momentos especiales y emotivos: las intervenciones de cada uno, la presentación, la imposición de manos, la crismación… Yo no sabría quedarme con uno, intenté vivir cada momento con la mayor intensidad posible.
Durante toda la Confirmación me sentí muy amado por Dios, sentimiento difícil de explicar, pero que seguro que todos hemos sentido alguna vez. No había nada más, solo Amor, qué sensación tan maravillosa. Me sentía también muy querido y arropado por todas las personas presentes: familia, amigos, hermanos de comunidad, catequistas, padrinos y madrinas, y por toda la comunidad parroquial, algunos de los cuales igual de ilusionados y emocionados que los propios confirmandos.
Al terminar, todo este cariño se puso de manifiesto en forma de besos, abrazos, felicitaciones y fotos para recordar un día único. La celebración siguió con una cena en un ambiente familiar, tocamos la guitarra e incluso nuestro querido párroco nos deleitó cantando su gran éxito: Esa niña no sabe. Por último, muchos de los confirmados, embriagados por el Espíritu, alargamos la fiesta hasta altas horas de la madrugada, pero es que ninguno quería que se acabase ese día tan importante.
Quería agradecer a todas las personas que han empleado su tiempo y su esfuerzo para preparar la Confirmación. Gracias a todas las personas de la parroquia y de la congregación que nos queréis, nos cuidáis y nos acercáis a Dios. Y por supuesto darte las gracias a ti, Padre, el verdadero protagonista de esta historia, por el gran regalo de la Confirmación, por regalarme tu Espíritu, y por todo lo que me regalas cada día. Ya estamos confirmados, ya le hemos dado nuestro sí a Cristo. Ahora toca seguir disfrutando de los caminos del Señor. Un saludo familia.
Juan de Dios Carretero, Comunidad Juvenil Emaús
Que os vaya muy bien como comunidad cristiana juvenil «Emaús».
Me gustaMe gusta
Agradecemos a Juande toda esta extraordinaria reflexión que comparte con la Parroquia- ¡Adelante!
Francisco de Paula Piñero y Piñero, ss. cc.
Me gustaMe gusta