No sé si a vosotros os pasa pero, sobre estas fechas en las que volvemos a vivir la historia de la Natividad, siempre me acabo preguntando el tipo de hombre que era José. Y sucede que al hablar de él me saltan diferentes imágenes a la mente; el de la vara florida, el carpintero, el esposo, el padre, el santo, etc.
A él precisamente va dedicada la entrada de esta semana. Aunque podemos etiquetarlo de muchas formas la historia del arte casi siempre ha recogido su presencia en las mismas escenas como en el nacimiento de Jesús, ignorando otros momentos de su vida.
Por suerte el pintor valenciano Vicente López Portaña será uno de los que más cuidará la imagen de este personaje bíblico y se dedicará a representar acontecimientos poco frecuentados en la historia de la pintura como la vida de San José el cual gozaba de especial veneración en su Valencia natal. Aunque es mayormente recordado por sus detallistas retratos en el siglo XIX, también cultivó la pintura religiosa que todavía en el siglo anterior se encargaba con regularidad por buena parte de la sociedad valenciana y madrileña. Su pincelada es suelta aunque no despreocupada y no busca la minuciosidad como lo hará más adelante en sus retratos. Con estas características dota a la obra que hoy os traigo, “El sueño de San José” que pintó en torno al 1792.
Nuestro santo tuvo tres sueños en los cuales recibió mensajes del cielo. En el primero un ángel le contó que el hijo que esperaba María era obra del Espíritu Santo. En el segundo le avisó que Herodes buscaba al Niño Jesús y que debía huir a Egipto. Y un tercero allí mismo que le comunicó que Herodes ya había muerto y podía volver a Nazaret. En realidad no existe ningún tipo de atributo o pista que nos revele cuál de esos sueños es el que interpreta esta pintura, sólo reconocemos a un San José algo envejecido y al ángel que lo visita. Aparece apoyado en una especie de piedra en la que duerme aparentemente sin embargo no parece descansar. Se apoya en ella y con la mano se sostiene la cabeza, siempre en guardia y suspirando por la integridad física de su esposa y su preciado hijo.
José reúne mucho de los valores más valorados por el cristianismo como el silencio, la obediencia, o la honestidad. Fue un trabajador que sufrió en silencio y que nunca se quejó ni se enfureció con Dios cuando los planes se le presentaron de aquella manera. Dios le eligió de entre toda la humanidad para criar y proteger a su hijo Jesucristo y servirle de ejemplo a través de su vida, educándole y moldeándole como hombre.
Esto me lleva a pensar que también para nosotros el Señor ha elegido un San José, alguien que nos conoce y puede prever nuestras caídas, nos guía hacía el camino correcto y nos ayuda a esquivarlas o simplemente alguien que nos protege de la crueldad y la malicia. Alguien que, vivo o no, ha pasado alguna noche en vela preocupado por nuestro bienestar y felicidad, alguien que durmiendo no ha conseguido descansar pensando en nosotros y en el daño que algo o alguien nos pueda causar. A través de José podemos reconocer a alguna o algunas personas así en nuestra vida, que además en estos días de reuniones familiares y celebración su presencia resulta siempre imprescindible o por desgracia se echan mucho en falta. Si es así, somos muy afortunados y, desde esta imagen y reflexión personal, os invito a aprovechar estas fechas para agradecerle al Señor el haberla puesto en nuestra vida y haber guiado nuestros pasos hasta lo que hoy somos.
¡Felices fiestas!
Gloria López, comunidad Allmighty Jah.
A los que nos gusta también el arte nos satisface ver cuánto se puede aprender de religión viendo el arte, la literatura, la poesía,… porque Dios no se esconde tampoco cuando un artista se acerca a la belleza con el corazón limpio.
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Yoyi: Gracias por seguir ayudándonos con tus reflexiones a prepararnos al misterio de Navidad.
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En la familia es donde se nos ama por nosotros mismos, tal como somos. A través de los padres nacemos a la vida, nos aman, aprendemos a amar, nos cuidan, nos educan..total que seríamos sin nuestros padres. San José es padre y también a mi entender un poco madre ha estado junto a María durante el embarazo y ha participado del parto, ha protegido a María y a Jesús y ha colaborado en los planes de Dios, humilde sin protagonismo.
Hoy aprovecho para dar gracias por la familia. Loli G.
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