Homilía de la Eucaristía del Envío de Agentes de Pastoral

Celebración de la Eucaristía del Envío de los Agentes de Pastoral de la parroquia Virgen del Camino, en Málaga, para este curso 2013-2014. Domingo, 3 de noviembre de 2013 a las 12.30 horas. 31º Domingo Ordinario. Ciclo ‘C’. Homilía.

Hoy tenemos de nuevo la oportunidad de encontrarnos en esta Celebración de la Eucaristía del Envío de todos los Agentes de Pastoral de nuestra Parroquia en este curso 2013-2014.

Y quisiera dirigirme hoy a cada uno de los Agentes de Pastoral de nuestra Parroquia a través de esta sencilla reflexión. Es bueno hacer un alto para poder reflexionar juntos sobre la persona misma del Agente de Pastoral. Y lo haré a través de cuatro aspectos:

 1º/ Importancia de la comunidad parroquial

Toda la comunidad parroquial es responsable de toda la tarea pastoral. Es toda la Iglesia y por tanto toda la Parroquia la que lleva adelante toda la acción pastoral. El camino emprendido en bien de una pastoral orgánica y estructurada, ha contribuido enormemente a un mayor compromiso de toda la comunidad parroquial. Y en el ámbito de esta corresponsabilidad de la comunidad parroquial juegan un papel fundamental los Agentes de Pastoral. El Agente de Pastoral ha recibido la fe de otro, es como un eslabón en la cadena de creyentes. Yo no puedo creer sin ser sostenido por la fe de los otros, y por mi fe yo contribuyo a sostener la fe de los otros.

2º/ Agentes de Pastoral modelos de fe

Todos nosotros, al hacer memoria de nuestro proceso personal de crecimiento en la fe, descubrimos rostros de agentes de pastoral sencillos que, con su testimonio de vida y su entrega generosa, nos ayudaron a conocer, a amar y a seguir a Jesucristo.  Hoy, son muchos, jóvenes y adultos, los que silenciosamente, con humildad, y desde su tarea pastoral siguen siendo instrumentos del Señor para edificar la comunidad parroquial y hacer presente el Reino de Dios.

Por eso, pienso en cada Agente de Pastoral, resaltando un aspecto que me parece que en las actuales circunstancias que vivimos tiene mayor urgencia: el agente de pastoral y su relación con el Señor. El nuestro es un tiempo de continuo movimiento que, a menudo, desemboca en el activismo, con el riesgo fácil del hacer por hacer. Tenemos que resistir a esta tentación, buscando ser antes que hacer.

3º/ Encuentro personal con el Señor

En el ser y vocación de todo cristiano está el encuentro personal con el Señor. Buscar a Dios es buscar su Rostro, es adentrarse en su intimidad. Toda vocación, mucho más la del Agente de Pastoral, presupone una pregunta “Maestro, ¿dónde vives? Ven y verás…”. (cf Jn 2, 38-39). De la calidad de la respuesta, de la profundidad del encuentro, surgirá la calidad de nuestra mediación como Agentes de Pastoral.

La pastoral necesita de agentes santos, que contagien con su sola presencia, que ayuden con su testimonio de vida a las personas a experimentar la Buena Noticia del encuentro con Dios. Nuestro testimonio sería enormemente deficiente si nosotros, Agentes de Pastoral, no fuéramos los primeros contempladores del rostro de Dios. Hoy, más que nunca, es necesario que toda acción pastoral en la Parroquia tenga el presupuesto y fundamento de la cercanía y de la familiaridad con el Señor.

4º/ Necesitados de testigos del Señor

La gente necesita testigos del Señor. Y el testigo del Señor se consolida en la interioridad, en el encuentro con Jesucristo. En la oración se desarrolla ese diálogo con Cristo que nos convierte en amigos íntimos del Señor: “Permaneced en mí, como yo permanezco en vosotros” (Jn 15, 4). Por eso, como Párroco, me animo a pediros que como Agentes de Pastoral reforcéis tres aspectos fundamentales para vuestra vida espiritual:

El encuentro personal y vivo a través de una lectura orante de la Palabra de Dios.

No puede faltar en un Agente de Pastoral el encuentro personal con la Sagrada Escritura, la reflexión que cada Agente de Pastoral debe hacer de la Palabra de Dios para que se produzca el encuentro vital con el Señor. Así, el Agente de Pastoral encontrará en Dios y en su Palabra la fuente inspiradora de toda su tarea.

El encuentro personal y vivo a través de la Celebración de la Eucaristía.

En la Celebración de la Eucaristía encontramos todo el bien de la Iglesia. En ella tenemos la certeza de que Dios es fiel a su promesa y se ha quedado hasta el fin de los tiempos (cf Mt 28, 20).

Desde la celebración de la Eucaristía la Iglesia experimenta la comunión y es invitada a hacer efectivo el milagro de la fraternidad.

El encuentro comunitario y festivo de la Celebración de la Eucaristía en el día del Señor.

En la Celebración de la Eucaristía del día del Señor se actualiza la Pascua, el Paso del Señor que ha querido entrar en la historia para hacernos partícipes de su vida divina. En la Celebración de la Eucaristía del día del Señor experimentamos nuestra pertenencia cordial a ese Pueblo de Dios, al cual fuimos incorporados por el bautismo y hacemos “memoria” del primer día de la semana (cf Mc 16, 2.9).

El agente de pastoral está llamado a comprometer su vida para que no se nos robe el domingo, ayudando a que en el corazón de  la persona no se acabe la fiesta y cobre sentido y plenitud su peregrinar de la semana.

Quien se encuentra con Jesucristo experimenta la verdad de esas palabras que Jesús dirige a Zaqueo, después de haber salvado su desquiciada vida: “El Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido” (Lc 19, 10).

Hoy quiero agradecer de corazón a todos los Agentes de Pastoral de nuestra Parroquia toda vuestra entrega al servicio de los hermanos. Y pedirle a María Santísima que mantenga viva en cada uno de vuestros corazones esa sed de Dios para no cansaros nunca de buscar su rostro y de anunciarlo y transmitirlo a los demás como agentes de Pastoral de nuestra Parroquia.

¡Que Jesucristo, el Señor, os bendiga y que María Santísima os cuide!

Francisco de Paula Piñero y Piñero, párroco.


Una respuesta a “Homilía de la Eucaristía del Envío de Agentes de Pastoral

  1. Desde luego Paco eres único… «Yo no puedo creer sin ser sostenido por la fe de los otros, y por mi fe yo contribuyo a sostener la fe de los otros». Me gusta

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