Mi figura favorita del Belén

Fran es miembro de la comunidad juvenil Allmighty-jah y su figura favorita del belén es la estrella del portal, que a veces pasa desapercibida. Tras el año de la fe y en este Adviento donde invitamos a contagiar la esperanza, la estrella, sin duda, brilla un poco más fuerte. 

La Estrella

estrellaLa estrella del belén, dejando a un lado la belleza externa que posee en cuanto formas, colores y detalles, tiene una razón clara de pertenencia para mi en el belén: la de guía. Guía de unos pastores que van a adorar y a ofrecer lo mejor que poseen al tan esperado Mesias y guía por supuesto de los Reyes de Oriente, que en su desesperación por encontrar al Rey de reyes les indica el camino.

Cabe destacar que para nosotros los cristianos es la luz que nos lleva a conocer a Cristo.
Una estrella que con su destello ilumina una de las escenas más bonitas de nuestra religión, una luz ansiosa de dar a conocer la noticia, una luz de esperanza y fe en la humanidad, en que todo cambiará con la llegada de Jesús. Así que os invito en estas fechas a mirar a esa estrella que está en nuestros belenes, para recodarla como la guía que nos llevará hasta Jesús y al cambio en el mundo.

Feliz Navidad y que la estrella ilumine vuestra vida.

Francisco J. Durán, comunidad Allmighty Jah.

El Padre Emilio comparte con nostros algunos recuerdos de su infancia para explicarnos por qué la oveja es su figura favorita del belén. Con su testimonio nos traslada hasta la Castilla de de unos cuanto años atrás. 

La oveja

ovejaIn illo tempore, en aquellos tiempos mi papá había comprado el modesto lote navideño en Imprenta Casado de Plaza Santo Domingo en León, que incluía: la Virgen, el Niño, San José, el buey y la mula y los Reyes. Ni más ni menos. Faltaba todo lo demás: el cariño e imaginación que pone todo eso en escena. Faltaba el corcho, el musgo, Herodes, la cueva, los molinos, la estrella, las lavanderas, los pastores… y sobre todo las ovejas. Los hermanos mayores ponían casi todo y a los dos pequeños se nos permitía colaborar. Ahí entro yo. León en aquellos tiempos no tan lejanos (nací bastante después que acabara la guerra civil) tenía 50.000 habitantes pero era la capital del Reino. Antes de que nos aparejaran a Castilla como las peras a las manzanas para hacer manziperas o perimanzanas León era capital del Reino que abarcaba desde tiempos de Doña Urraca León, Zamora, Salamanca, Valladolid y Palencia. Y toda la Mesta de la trashumancia que venía de estos sitios y más abajo, de Extremadura, pasaban por León, calle del P. Isla y se encaminaban a la carretera de Asturias y Puerto Pajares llenando todo León de ovejas y cagarrutas. En ese paso de primavera los pequeños podíamos echarnos (como esos cantantes que se tiran en plancha sobre el público) sobre las ovejas apretadas y agarrarte a la lana para no caerte y resistir unos metros a sus lomos hasta que éstas te dejaban caer o algún pastor amenazaba con la cayada. Pues ahora llevo la oveja al Belén.

Nos costó romper una hucha llena de perronas y perrinas (en otros sitios decían perra gorda o perra chica) (10 céntimos y 5 céntimos de peseta), que en divisa actual se puede calcular bien traduciendo en chuces, porque entonces una barrita de regaliz costaba 10 céntimos en el quiosco. Todo un dineral. Pero era una oveja grande, ¡con cuatro patas! no esas ovejas reblagadas y holgazanas que no tienen patas porque están echadas en el césped (las había, las había y eran mucho más baratas, pero no eran ovejas de verdad). Compramos una casi de tamaño natural en Imprenta Casado el mismo día de la Inmaculada, también llamado Día de la Madre, que era cuando se componía el Belén. Y exigimos mi hermano y yo que se pusiera en primera fila, con un pastor embastonado un poco enano al lado de la oveja. Porque pastores y ovejas fueron los primeros que llegaron al portal, llevando requesón, manteca y vino (lo dice un villancico). Y ni el mismísimo Benedicto XVI pudo poner en duda esto. Y que conste que los Herodes y los Reyes Magos hay que ponerlos mucho más lejos, porque… llegaron más tarde, llegaron con retraso.

P. Emilio Vega.


5 respuestas a “Mi figura favorita del Belén

  1. ¡Madre mía! ¡Cuánto me había perdido por falta de tiempo en estos días! ¡Menos mal que el P.Paco siempre me recuerda que hay algo nuevo!Tendré que proponerme entrar cada día para leer, al igual que se hace con la prensa diaria.
    ¡Cuánta hermosura y ternura a la vez encierran las aportaciones que habéis hecho!
    Muchísimas gracias.

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  2. Preciosa la entrada de hoy!! Estoy con Fran en la importancia que tiene la estrella que guió los pasos de los Magos de Oriente y que hace que la Navidad sea mágica. El padre Emilio DEFINITIVAMENTE debe volver a contarnos historias como esta! Insisto, este hombre es un pozo de sabiduría e inspiración para todos. Muchas gracias por compartirlo!!

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  3. Gracias por compartir vuestras reflexiones. Gracias padre Emilio por hacernos participes de una vida tan llena de anécdotas.
    Las ovejas están atentas a la voz del pastor y se dejan guiar por él. Que nuestros oídos escuchen la voz de nuestro pastor. Un abrazo

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