La entrevista: Carmen Rivas, «La Restauradora»

Carmen Rivas, más conocida en nuestra parroquia como «Carmen la Restauradora» es una persona muy querida por todos. Su apariencia es frágil y el paso del tiempo se hace presente en su rostro. Sin embargo, estos rasgos no son definitorios de su misión actual. Carmen es una persona constante y entregada que cada día trabaja por conseguir una parroquia mejor, cuidando de las imágenes y el mobiliario de nuestro templo. Desde aquí le damos las gracias por todo el trabajo que lleva años haciendo en silencio.

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1. El día del envío de agentes de pastoral siempre se nombra a aquellas personas que se encargan de la restauración en la parroquia. ¿En qué consiste este trabajo del que tan poco hablamos? Consiste en la voluntad y en querer hacer. Y si te comprometes, seguir hasta el final. Requiere esfuerzo y mucha paciencia para la polilla, porque si no tienes tranquilidad en ir inyectando poco a poco, una y otra vez, entonces no termina nunca (risas). Esto lo hago con el fin de ayudar a la casa del Señor, porque es a Él al que se lo estoy haciendo. También ayudas a toda la parroquia. Cuando limpio algo pienso:Por Ti, Señor, hay que cuidar tu casa”. Todo lo que haga en su casa es ilusión. Cuando se llevaron a la Virgen, ¡qué vuelco me dio el corazón!: “¡Ya no te voy a ver!”. Estableces una relación tremenda con imagen. El Señor y la Virgen me ayudan.

2. ¿Y cuánto tiempo hace que prestas este servicio? Bastante, ya no sé si son 16 o 17 años. Estuve con Adolfo, luego Julio, ahora con el padre Paco.

3. Quien te conoce sabe que te atreves con lo que haga falta, pero lo cierto es que de entrada sorprende que una mujer de tu edad sepa tanto de reparaciones y sea tan manitas. ¿Cómo aprendiste? Muy sencillo: Cuando niña. Con libros, leyendo. Mis estudios del colegio fueron en Móstoles y llegué con unos 12 o 14 años a Málaga, a partir de ahí comencé a hacer manualidades en mis tiempos libres porque también tenía que trabajar. Y así empezó todo. Ha sido fuerza de voluntad. Conforme avanzaba, el Señor me iba iluminando, sin Él no habría podido hacer todo esto. Aprendí sola, no he ido a ninguna parte a aprender este oficio.

4. ¿Qué es lo que crees que se te da mejor? ¿Cuál es tu especialidad? En lo que hago, todo. No echo atrás nada de lo que hago. Ni siquiera de limpieza. Con mucho cariño, lo hago todo. Me comprometo y no lo hago por que lo vea la gente. Lo hago por mí, porque sé que todo lo que haga en la parroquia es beneficio para todas las personas. Me da igual: carpintería, como la que le he hecho a los bancos; pintura, como en todas las puertas; y también polillas, 42 bancos llenos de polillas.

5. No vamos a enumerar ahora todas las reparaciones que has hecho a lo largo de estos años, pero ¿hay alguna tarea que te haya resultado especial? Especial, especial, la primera Virgen que hice, la que está en la Capilla. El Cristo del altar de nuestra parroquia también. Es que especial son todas. Recuerdo también con las Hermanas Nazarenas, el buen Pastor. Yo, viendo la gran tarea por hacer, decía: “Señor, me has metido en pintarte”-nos cuenta Carmen asombrada al recordar la obra de arte que tenía que restaurar.

6. ¿Y cuál te resultó la más pesada o la que menos te gustó? Me gustan todas. La más difícil fue la mesa de la Divina Pastora, de las monjas de clausura que hay en capuchinos. Tenía el tablero por un lado, la pata central y las tres de alrededor por otro, todo suelto. Le dije a mi hijo, que fue el que me la trajo: “¡Pero, yo no soy carpintera!”. Él me dijo: “Anda mamá, esto tú lo haces también”. Y allí sigue la mesa. También la pila bautismal. Tuve que quitarle todas las capas de pintura. Cuando terminé, se salió la pila de la base porque estaba frágil y tuve que arreglarla. También me pilló más mayor y requería mucho esfuerzo.

la foto 1 (2)7. ¿Rezas cuando estás trabajando? ¿De qué manera dirías que esta labor te acerca a Dios? La labor me acerca desde que empieza el trabajo. Lo primero que hago es presentarme a Él o a Ella: “Este es mi trabajo, te lo presento, ayúdame a hacerlo todo lo mejor que yo pueda hacerlo”, le digo. Luego le rezo el Padre Nuestro o el Ave María. Estoy con la jeringa y estoy rezando. Se me pasa el tiempo sin darme cuenta. Cuando no sé qué hacer se lo pregunto al Señor y Él me ayuda a encontrar la respuesta. Tienes que saber no atarte y confiar en la ayuda de Dios. Recuerdo que cuando se iban a llevar la Virgen que acabo de terminar necesitaba ir a despedirme de Ella. Cuando, le dije: “¡Ay madre mía, cuánto he hablado contigo y ahora tengo que despedirme!”. Este trabajo me da una satisfacción muy grande. Cuando estoy en casa, siempre pienso en lo siguiente que le tengo que hacer y le pido al Señor para que me ayude.

 8. Además participas en un grupo de lectura creyente de la Biblia y vienes a misa casi todos los días. ¿Cómo te ayudan en tu vida? Me ayudan a llevar mejor la vida. Me ayuda mucho también en la cruz que tengo que llevar de mi hijo, me acuerdo mucho de él, me ayudaba mucho a que el trabajo fuera más ligero. Y con el grupo de lectura, aunque yo lea la Biblia, no la entiendes como cuando vienes aquí, me ayudan a comprender la Palabra de Dios y a rezar

9. ¿Cuáles son tus siguientes proyectos en la parroquia? No sé porque primero habrá que ver cómo queda la obra. Pero me meteré en lo que haga falta.
Puede que el espejo y el marco de la capilla.
Además, Paquito me comentó que estaría bien que el Cristo de la capilla estuviera en el centro ponerle una peana para sujetarlo. Pero lo primero es la obra.

10. Ya que se te da tan bien todo el tema de restauración, digo yo que le tendrás una devoción especial a San José… También se la hago. Hay mucha gente que no lo aprecia como lo deberíamos apreciar. Yo cuando llega marzo le hago su novena y por la noche también le rezo. Dios le escogió para cuidar de su Hijo y casi lo tenemos olvidado. Cuando lo estaba pintando le rezaba para que, por favor, me saliera como estaba. San José tuvo un mérito muy grande y no nos acordamos. Le tenemos que tener presente, yo le tengo presente cada día.


3 respuestas a “La entrevista: Carmen Rivas, «La Restauradora»

  1. Así es nuestra Carmen,callada,silenciosa,va y viene como una suave brisa que trae paz,tranquilidad y alguna que otra risa porque también tiene sus «puntos».Creo que no hay lugar por donde su mano no haya dejado una huella de su amor,de arte, de belleza, de buen gusto.Es ,además,una maestra:tiene recetas para todas las calamidades que te pasan en la casa y que funcionan!!!!!! Gracias Carmen por tu quehacer en la parroquia y por tu amistad.

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  2. Hay está nuestra Carmen la restauradora, incasable y una manitas.Gracias «Carmelilla» por ser como eres,un besito,de una amiga.

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