Parroquia Virgen del Camino SSCC

El mes de junio lo dedicamos íntegro al Corazón de Jesús. Durante estos días debemos demostrar especialmente nuestro amor por Cristo. Ese amor tan grande que corresponda al que Él nos da, entregando su vida por nosotros.

Hoy, 27 de junio, celebramos la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, que además es titular de nuestra Congregación. Recogemos aquí las palabras del Superior General Javier Alvarez-Ossorio SSCC:

«El Corazón de Jesús es un Corazón de “viernes”, el día de la cruz. El corazón del Señor crucificado se abre –traspasado- y entrega la sangre y el agua. Cristo muerto sobre la cruz es el Señor exaltado, fuente de una vida que vence a la muerte. La imagen tradicional del Sagrado Corazón muestra las heridas (corona de espinas, cruz, el golpe de lanza) pero también la llama, el fuego que transforma con la fuerza del amor. El “viernes” explica la novedad del único mandamiento: se trata de amar “como Jesús nos ha amado”. Como Jesús pende desnudo de la cruz, así a menudo la fuerza de su amor sólo se puede captar y vivir con la “fe desnuda”, cuando el peso de la existencia, del desánimo, de la violencia o del dolor arrebatan los consuelos y las alegrías.»

El corazón de Jesús es símbolo del amor de Cristo por todos nosotros. Su corazón traspasado es un corazón eucarístico, misericordioso y a la vez humano que purifica, ilumina y unifica nuestras vidas como cristianos. Dios siempre busca respuestas en el amor, y nosotros debemos corresponderle. El amor de Dios es el principio y término de nuestra fe, el núcleo central, todo lo que Jesús nos ama con su corazón. Es por ello que nuestra fe se hace grande en estos días, y hoy se ensalza con motivo de esta celebración. Porque Él nos amó hasta el extremo, entrego su vida por nosotros y nos enseña el camino a la vida eterna.

Desde la Congregación de los Sagrados Corazones se nos propone una adoración especial para conmemorar este día que podéis leer en el siguiente enlace:  Adoración con el corazón de Jesús.

«Señor Jesús, el diálogo y la conversación intima contigo, que estás realmente presente en la Eucaristía, es fuente de inspiración y de fuerza sin la que no podría sostenerse nuestra vida. Ponemos ante ti nuestras necesidades y nuestras debilidades, nuestras esperanzas y nuestros proyectos, nuestro corazón herido que se acerca al tuyo como bálsamo eficaz que alivia y cura. Aquí nos tienes,queremos que como este rato de oración toda nuestra vida, nuestros trabajos y ocupaciones, te sirvan y sean de tu agrado, se conviertan en una ofrenda para ti. Que así como ahora en esta adoración te decimos: “somos tuyos”, también en nuestro día a día tú seas el dueño y señor de nuestra vida.»

Hoy le pedimos al Señor que nos otorgue la fortaleza en nuestra fe para seguir su camino, entregando cada día nuestras vidas, siempre teniendo presente ese amor infinito y puro que nos acompaña de la mano de Jesús.

¡Feliz día del Sagrado Corazón de Jesús!