Semana Santa 2014: Porque así me enseñaste a rezar

Vanesa Rueda, miembro de la comunidad juvenil Allmighty Jah, comparte con nosotros su experiencia de Dios como parte de la Cofradía del Cautivo y Trinidad.

DSC01792Cuando somos pequeños, es fácil llevarnos como recuerdo todo aquello que realmente nos agrada. Una vez que nos hemos hecho mayores, queremos que esos recuerdos perduren y sigan en nuestro presente. Así ocurrió con unas de mis grandes devociones la Semana Santa, pero más concretamente con una cofradía que siempre llevaré en mi corazón, la cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Cautivo, María Santísima de La Trinidad y del Glorioso Apóstol Santiago, conocida más sencillamente por el nombre de “el Cautivo”.

Lo que se conoce por este Cristo es la gran devoción y afecto que presenta una imagen, la cual viste con una simple túnica blanca acompañada de un escapulario y un cingulo, sus manos son atadas y se encuentra sobre un suelo de claveles. Esta imagen nos puede demostrar que la sencillez también juega un papel importante. Trasladando este aspecto a mi vida, un detalle como este me dice que cuando busco un objetivo no necesito tanto para conseguir lo que realmente quiero lograr. Dios sobre todo busca en nosotros una fe sencilla, llena de sinceridad y sin necesidad de hacer grandes sacrificios. Lo único que necesita es que demostremos nuestra fe y que seamos constantes en ella. Puede llegar a ser complicado, nos puede costar, pero solamente nos pide eso.

Frente a una imagen que presenta tal devoción me encuentro yo, pero no como una más. Desde muy pequeña siempre he querido estar cerca de este Cristo, siempre lo he seguido, entendiéndolo poco a poco más conforme he ido creciendo. Realmente es un Cristo cautivo por sus manos atadas, pero fuerte y lleno de fe, que es lo que yo necesito.

Recordamos que Dios nos dice que no debemos venerar a una simple imagen, pero su llamada la podemos sentir de muchos lugares y estos lugares son los que con más motivo nos ayuda a rezar. Es más, la mayoría de nosotros podemos sentirnos acompañados cuando estamos delante de un evangelio, una vela, una canción, pero también cuando tenemos una imagen delante nuestra. Aún así no debemos de olvidar que Dios está con nosotros en todo momento.

Por otra parte, en esta cofradía encontramos la imagen de la Virgen de la Trinidad. La Semana Santa refleja la pasión de Cristo, pero su madre también es una gran protagonista en esto. A pesar de la soledad que puede sentir por lo que está viviendo, Dios, la fuerza del Espíritu Santo y su propio hijo estarán junto a ella.

Sabemos que la Virgen de la Trinidad no es una de las más acompañadas, teniendo en cuenta además que la imagen actual que la representa tiene menos años que la del Cautivo que tiene más recorrido histórico. Es tan grande la devoción sentida por su hijo en esta cofradía que nos alerta mucho la situación en la que se encuentra nuestra madre cuando regresa a su templo en altas hora de la madrugada, prácticamente sola y alejada de la propia procesión por el cansancio evidente de sus portadores. Este hecho no indica que nuestra Virgen no sea bella, sino que en ocasiones nuestra fe se fortalece cuando vamos acompañados por lo que realmente nos gusta o buscamos, que es en este caso el Cautivo. Pero no olvidemos que ella también es importante y que no por ir de promesa con ella el Cautivo no nos va a recompensar. ¿Qué más dará si realmente somos escuchados de cualquier modo? Yo por eso acompaño cada año a la Virgen de la Trinidad, con mi fe puesta en ambos titulares, sabiendo que sigo los pasos de Cristo que va delante y alumbro el camino de la Virgen que viene detrás.

Por último, quería comentar que una cofradía no es todo organización y estructura. A veces nos cuesta ver a Dios en los lujos, objetivos y competencias de cada cofradía. La cultura domina de tal manera que queremos sacar el máximo provecho para que la sociedad disfrute de ella. Aún así, es una manera de poder sentir lo que Cristo vivió, reflexionar sobre cada una de las escenas de su pasión y recordar que Cristo y Virgen solo hay uno, a pesar de las distintas representaciones y devociones que podemos mostrar en cada cofradía distinta.

Vanesa Rueda, comunidad Allmighty Jah


3 respuestas a “Semana Santa 2014: Porque así me enseñaste a rezar

  1. Vanesa:acompañar a la Madre de El Cautivo como una cofrade!!!!!.Hace muchos años procesioné con Él y también sentía tristeza cuando nos alejábamos de la Madre separados por la gran cantidad de gente que lo sigue y me volvía caminando a contracorriente hasta llegar a su lado y acompañarla para que no estuviera tan sola.Un beso por recordármelo y por hacerme revivir esos momentos .

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  2. Gracias, Vanessa, por todo el comentario y confiar tu propia experiencia: «Yo por eso acompaño cada año a la Virgen de la Trinidad, con mi fe puesta en ambos titulares, sabiendo que sigo los pasos de Cristo que va delante y alumbro el camino de la Virgen que viene detrás». Me quedo para mí con el párrafo «la mayoría de nosotros podemos sentirnos acompañados cuando estamos delante de un evangelio, una vela, una canción, pero también cuando tenemos una imagen delante nuestra. Aún así no debemos de olvidar que Dios está con nosotros en todo momento.» Estupendo.

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